25 jun 2006

Habla el Tres Veces Grande

Mis arterias baten con una fuerza vital nuevamente adquirida
para saludar dulcemente al crepúsculo etéreo.
Tierra, tú también has sido constante esta noche
y ahora respiras, reconfortada, a mis pies;
vas despertando en mí las ansias de vivir,
en mí mueves e incitas la firme decisión
de aspirar siempre a la más noble existencia.