25 abr 2006

joseluismoreno y el cerebro humano en las canciones del sr. chinarro (Parte 1)


Primeramente, tenemos una idea o un problema; después actuamos, es decir, hablamos o construímos o destruímos. No es éste ciertamente el modo en que los niños se desarrollan. Los niños usan palabras, las combinan, juegan con ellas hasta que atrapan un significado que hasta ese momento ha permanecido fuera de su alcance.
P.K. Feyerabend.


Después de la conjugación de destruir en el texto, viene una nota reflexionando sobre forma y función, huevo y gallina. No es así como actúan tampoco los gatos, no suelen hablar ni construir, sólo destruyen, todo esto empieza con el intento de PKF de refutar a Popper y su "toda investigación comienza con un problema". Así, sin llegar a los extremos de un "no hay enigma" wittgesteiniano o a un "no hay cuchara" wachoskiano (resuelto como todos los koan que en el mundo hay sido, por la familia Simpson, concretamente Homer en su condición de ciborg de cerveza (la cerveza también es tecnológica y cibernética)

Antes de conocer esta teoría (La función del problema crea la forma del problema, no la forma del problema crea la función del problema AKA coger la luna por los cuernos) los niños niegan el orden de "primeramente" y "después" que se marca en el texto, puesto que en ellos prima la acción (que es en esencia, esencia) sobre la reflexión (que es en noción, noción) y todo por lo visto envuelto en Ser como sí de algas, hojas de parras u hojaldre se tratase.
Esto se podría resumir con una orquídea resultado de la unión pro natura de un berberecho y un caracol. (Sonriente, el producto, digo el output).
La única función de esta "justificación" como la llamaría PKF, o "crítica" en otro lenguaje observacional es demostrar como una premisa, un apriorismo, una adhocidad, un razonamiento, un silogismo, un paso que empieza un viaje de mil kilómetros, todo ello no sirve sino para, a la manera de un niño crear las reglas de un juego nuevo, jugar a uno con reglas nuevas o simplemente usar las mismas reglas como motivo (forma o función) de juego.

-No me importa el dónde / No me importa el cuándo / No me importa tanto/ El cómo como el qué
S. Total.
Nada es lo mismo que ...